jueves, 9 de enero de 2014

Errores del día de hoy

Hola de nuevo:

Hoy quiero compartir los errores garrafales que he cometido en la rutina de hoy, la cual sólo puedo calificar de fracaso absoluto. Vamos a verlos:

  1. No he planificado la rutina: me he puesto a hacer varias cosas inconexas entre sí, a la virulé. He aquí el resumen: he empezado haciendo la prueba de press con peso de 32 kilos cuando llevo varias semanas siquiera sin hacer press con la de 24; luego he decidido ponerme a hacer una ladder inversa de dominadas, la cual ha sido la más caótica que recuerdo en mucho tiempo (8, 7, 4, 4, 4); acto seguido se me ha ocurrido que estaría bien probar a hacer get-ups que, total, hacía la torta un pan de tiempo que no hacía; y al final, de colofón, 100 swings con la de 24 en menos de cinco minutos en una serie de 40 a una mano, una de 30 a una mano y otra de 30 a dos manos, para redondearlo todo arrasando mi sistema glucolítico. Para enmarcar...
  2. No he respetado los tiempos de descanso: nunca incidiré lo suficiente en este punto. Los periodos de descanso son una parte integral del ejercicio, tan importantes como el ejercicio en sí mismo. Es vital mantenerlos en su justa medida según los objetivos buscados (como explico más ampliamente en esta entrada). Pero claro, como no he planificado un carajo (ver punto 1), ha habido momentos en que he descansado de más (con el resultado de que me he enfriado) y otros en que he descansado de menos, quemándome en el proceso. Fatal.
  3. No he respetado la forma, especialmente en los swings: porque total, si ya me lo sé de memoria ¿verdad? Pues no. El swing es el 80% del trabajo con kettlebell. No hay que hacerlos razonablemente, hay que hacerlos perfectos porque a más perfección en el swing más facilidad para luego acometer movimientos más complejos como el snatch, o el clean (básico este último para hacer el press). Las últimas repeticiones a una mano han sido las más cutres que recuerdo en mucho tiempo, desde aquellos días en que empecé a hacer swings con la de 16. Caderas primero, tensión controlada, respiración acorde al movimiento, ejes ortogonales entre espalda-piernas y brazos. Hay que hacer esto siempre. A ver mañana si mi espalda no me cobra la factura.
Estimados lectores, tomen nota de lo que NO hay que hacer, y recuerden que, aunque uno sea experimentado, la pereza siempre lleva ventaja y hay que combatirla conscientemente. Porque la pereza es el punto en común que tienen los tres errores de hoy.

Power to you.

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